El sector bancario está viviendo un proceso de consolidación de grupos de entidades que desembocará en bancos más sólidos y eficientes.

Una integración es un proceso complejo que afecta a accionistas, clientes, empleados, estructura organizativa, operaciones, tecnología etc. que tiene que ser orquestado correctamente para que no se desvíe de los objetivos marcados.

En el proceso en el que hemos dado soporte a una antigua caja de ahorros líder en España en el proceso de integración maximizando el valor estimado de su business plan. En este proceso hemos conseguido cumplir con 5 factores de éxito principales:

  mínima pérdida del negocio adquirido;

  mínimo ruido en los procesos de gestión de RRHH;

  maximización del valor de la operación con la captura de sinergias;

  transición suave en el cambio tecnológico-operativo;

  cumplimiento en plazo de los hitos regulatorios y legales.

Para ello, disponemos de unos planes de proyecto macro para cada fase del proyecto, lo que nos permite ahorrar tiempo, anticipando tomas de decisión y aspectos críticos que puedan suponer un obstáculo al desarrollo del proceso. Distinguimos las siguientes fases:

Fase 1: Visión y cierre de la operación.

• Periodo en el que se concretan los acuerdos de fusión y se diseña el marco temporal del proceso de integración (hasta la adjudicación).

Fase 2: Definición de la integración.

• Periodo en el que se analizan las dos entidades a fusionar y se diseñan los modelos organizativos y operativos transitorios y definitivos (hasta el cierre de la operación).

Fase 3: Ejecución.

• Periodo en el que la entidad opera con los modelos transitorios, afina los modelos definitivos y se prepara para la integración tecnológica (hasta la integración tecnológica).

Fase 4: Post-integración – Estabilización

• Periodo en el que se estabilizan los modelos definitivos para el funcionamiento business as usual de la entidad resultante.